Cesare Lombroso.
Fue un médico y criminólogo italiano, representante
del positivismo criminológico, llamado en su tiempo la nueva escuela (Nuova
Scuola), teoría sostenida también por Enrico Ferri y Raffaele Garofalo.
Hijo de Aarón Lombroso y Zefora Levi, en 1852 se
inscribió en la facultad de medicina de la Universidad de Pavía, donde se
graduó en 1858. Al poco tiempo participó en campañas contra la pelagra en
Lombardía, contribuyendo con la educación de los campesinos pobres. En 1866 fue
nombrado profesor extraordinario en la Universidad de Pavía y en 1871 asumió la
dirección del manicomio de Pésaro. En 1871 fue nombrado profesor de medicina
legal en la Universidad de Turín.
Un aspecto particularmente difundido de la obra de
Lombroso es la concepción del delito como resultado de tendencias innatas, de
orden genético, observables en ciertos rasgos físicos o fisonómicos de los
delincuentes habituales (asimetrías craneales, determinadas formas de
mandíbula, orejas, arcos superciliares, etc.). Sin embargo, en sus obras se
mencionan también como factores criminógenos el clima, la orografía, el grado
de civilización, la densidad de población, la alimentación, el alcoholismo, la
instrucción, la posición económica y hasta la religión. Un rasgo llamativo en
su obra es la crudeza con que expone algunas de sus conclusiones, que resulta
aún más chocante a la luz de las ideas que predominan en la criminología luego
del ocaso de la escuela positiva. Esta crudeza puede deberse a la tendencia
positivista a despojar el discurso científico de toda otra consideración aparte
de la mera descripción de la realidad, eludiendo juicios morales o
sentimentales.
La posición según la cual los delitos son producto
de estos diversos factores determinantes, lleva lógicamente a bregar por un
código penal que los prevea y ajuste las condenas a la existencia de esos
mismos factores, dejando de lado las preocupaciones de la llamada dogmática
penal. La pena tiene como objetivo según Lombroso la defensa social, entendida
como neutralización del peligro que para la sociedad representan ciertos
individuos que no pueden dominar sus tendencias criminales. Al mismo tiempo,
tiene el fin de intentar una readaptación en los casos en que fuera posible.
La concepción de
Lombroso torna irrelevante el estudio de la imputabilidad del sujeto, puesto
que –según se deriva lógicamente de sus postulados– todos los criminales son
inimputables, y cuanto menor sea su responsabilidad, mayor es su peligrosidad.
Esta idea se opone agudamente a las concepciones más frecuentes entre abogados
y juristas, a quienes Lombroso criticó, sosteniendo que pretendían aminorar la
pena precisamente para los individuos más peligrosos.
Raffaele Garofalo.
Noble de nacimiento, pues tanto su padre, Giovanni,
como su madre, Carolina, eran barones, a la temprana edad de 19 años obtuvo la
Licenciatura en Derecho por la Universidad de Nápoles, accediendo a la carrera
judicial en 1872. Ocupó diversos cargos en la fiscalía y la judicatura, así
como en el Ministerio de Gracia y Justicia. El 4 de abril de 1909 fue nombrado
senador por vez primera (repetiría en sucesivos periodos desde 1919 hasta su
fallecimiento) y, en 1921, miembro del Consejo Superior de la Magistratura.
Entre sus muchos honores y condecoraciones, destacan el de Caballero de la Gran
Cruz de la Orden de la Corona de Italia y de la Orden de los Santos Mauricio y
Lázaro; y el de Comendador de la Orden de la Legión de Honor.
En cuanto a su trayectoria científica e
investigadora, estudió la literatura jurídica de países como Francia y, especialmente,
Alemania, y se adhirió a los principios de la escuela criminal positiva
italiana, fundada por Cesare Lombroso. No obstante, y a diferencia de éste, que
enfocaba sus estudios hacia los condicionantes fisiológicos que motivaban a los
criminales; y de Enrico Ferri, que daba más importancia a los factores
económicos y educativos; Garófalo entendía que la criminalidad se debía abordar
igualmente desde una perspectiva psicológica y antropológica.
Sus teorías gravitaban en torno al concepto de
"delito natural", que definió como "la lesión de aquella parte
de los sentimientos altruistas fundamentales de piedad o probidad, en la medida
media en que son poseídos por una comunidad, y que es indispensable para la
adaptación del individuo a la sociedad". Fundamentaba la responsabilidad
penal en la peligrosidad innata del delincuente, al que consideraba una
"variedad" involucionada de la especie humana, incapaz de asimilar
los valores de la sociedad. Defendía, de este modo, que la única forma de
evitar el delito era eliminando los factores externos que dan pie a delinquir,
estableciendo una relación causa-efecto entre circunstancias y criminalidad y
dejando al margen el libre albedrío.
De ideales políticos
conservadores (en su madurez abrazó el fascismo), defendía la pena de muerte y
la eugenesia de los enfermos mentales. Falleció en su ciudad natal en 1934.
Enrico Ferri.
Enrico Ferri (1856-1929) fue un criminólogo y
sociólogo italiano y además estudiante de Cesare Lombroso. Sin embargo,
mientras que Lombroso investigó los factores fisiológicos que motivaban a los
criminales, Ferri investigó los factores sociales y económicos. Ferri fue el
autor de Sociología Criminal en 1884 y editor de Avanti, un diario socialista.
Sus argumentos de prevención del crimen fueron rechazados por el dictador
Benito Mussolini luego de su ascenso al poder.
Ferri nació en Mantua, Lombardía el 25 de febrero
de 1856, y trabajó como profesor de derecho penal, pasando un tiempo como
estudiante de Cesare Lombroso. Se doctoró en la Universidad de Bolonia en 1878,
con la elaboración de una tesis intitulada "Teoría de la Imputabilidad y
Negación del Libre Albedrío", trabajo que le mereció una oportunidad de
trasladarse a Pisa, donde fue alumno del renombrado Francisco Carrara.
Mientras que Lombroso investigó sobre la
antropología criminal, Ferri se enfocó en las influencias sociales y económicas
del criminal.
Sus investigaciones lo llevaron a postular teorías
que llamaban a métodos de prevención del crimen, en lugar de enfocar los
esfuerzos del poder punitivo en castigar a los delincuentes. Ferri se volvió
uno de los fundadores de la escuela positivista.
Ferri fue electo para el parlamento italiano en
1886. En 1893 se unió al Partido Socialista Italiano, y fue editor de su diario,
Avanti. En 1900 y 1904 se dirigió al congreso en contra de los roles de
ministros socialistas en los gobiernos burgueses.
Ferri favoreció la neutralidad de Italia durante la
Primera Guerra Mundial, y fue re-electo como diputado del partido socialista en
1921.
Ferri consideró que las razones por las cuales el
hombre es delincuente son ajenas a su voluntad, el delito para Ferri no existe,
existen enfermedades que bien ha heredado o las adquirió en el transcurso de su
vida.
Cuestionó el énfasis en características
fisiológicas de los criminales, campo de estudio de Lombroso. En su lugar, se
centró en el estudio de las características psicológicas, que creía eran las
responsables del desarrollo de la criminalidad en el individuo. Estas
características incluían el habla, la escritura, los símbolos secretos, el arte
y la literatura, así como la insensibilidad moral y la falta de repugnancia a
la idea y ejecución de la ofensa, previo a su comisión, y la ausencia de
remordimiento después de cometerla.
Alegó que los sentimientos como la religión, el
honor y la lealtad no contribuían al comportamiento criminal, pues estas ideas
eran muy complicadas para tener un impacto definitivo en la moral básica de las
personas. Argumentó que eran otros sentimientos, como el odio, el amor, la
vanidad los que influenciaban grandemente pues tenían más control sobre la
moral de las personas.
Resumió su teoría al definir la psicología criminal
como una resistencia defectuosa de las tendencias criminales y las tentaciones,
debido a una impulsividad desbalanceada que caracteriza solo a los niños y a
los salvajes.2
Ferri enuncia una teoría de la defensa social:
Los individuos son siempre responsables ante la
sociedad Sanción social es la reacción natural contra el delito. La pena se
aplica: en razón solamente de la peligrosidad del delincuente la naturaleza y
extensión serán las necesarias para neutralizar la peligrosidad. Desaparecen
las consideraciones sobre la culpabilidad La teoría de la defensa social
impulsada por Ferri elimina de la defensa jurídica el límite del respeto de la
dignidad humana Características de la teoría de Ferri: Reducción del derecho a la
sociología: el delito en relación con los individuos y la sociedad, no con
abstracciones lógicas. Necesidad de encontrar leyes generales sobre la
criminalidad: una forma científica para distinguir un comportamiento penal del
que no lo es. Rechazo de principios clásicos del derecho penal: p.e. discusión
entre libre albedrío y determinismo. El determinismo de FERRI. Libre albedrío
es una ilusión subjetiva antropología criminal à el delincuente no es normal
estadística à el origen, aumento o desaparición de delitos depende de razones
distintas que las establecidas por los códigos. Factores del delito:
Antropológicos: constitución orgánica; psíquica y características personales
Factores físicos o cosmo-telúricos: Clima, la naturaleza del suelo, la
producción agrícola, etc. Factores sociales (ambiente social): Densidad,
costumbres, religión, familia, alcoholismo, las leyes civiles y penales, etc.
Lo que es socialmente dañoso se establece partiendo del estudio mismo de la
sociedad à relación entre acción individual y reacción defensiva de la
sociedad.
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